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| Patrullas de Cuautitlán México |
Agencia MANL
En una impactante historia, Aranza Tena, ciudadana mexicana, ha hecho público un grave caso de extorsión por parte de policías en Cuautitlán, Estado de México. La denuncia de Aranza revela una situación alarmante que refleja la desconfianza de la población hacia las autoridades encargadas de velar por su seguridad.
Según su testimonio, Aranza fue detenido por no haber revisado su vehículo. Asumiendo su responsabilidad, acudió a las autoridades, sólo para encontrarse en una situación aún más complicada. "Me llevaron a tránsito y me pidieron una multa de 4.000 pesos para dejarme ir", dijo. La angustia de ser madre la llevó a pedir prestado el dinero a su hermana, quien rápidamente lo aceptó. Sin embargo, cuando Aranza solicitó un recibo de pago, las respuestas fueron desalentadoras. "Me dijeron que no, que tenía que pagar mi infracción en el banco", explicó, señalando que los 4.000 pesos no fueron más que un soborno para evitar que le confiscaran el auto.
Durante el proceso, Aranza describe un clima de acoso por parte de la policía, quienes la ofendieron y la hicieron sentir insegura. "Me sentí muy insegura", confesó, reflejando el miedo que muchas personas experimentan cuando se enfrentan a las fuerzas del orden.
La denuncia de Aranza no sólo pone de relieve su experiencia personal, sino que también pone de relieve un problema sistémico que afecta a muchos ciudadanos. A través de su testimonio exige justicia y la intervención de las autoridades competentes para que se tomen acciones en el asunto. Su llamado a la acción es claro: es hora de implementar medidas efectivas para erradicar la corrupción y proteger a los ciudadanos en sus interacciones con la policía.
#JusticiaParaAranza #NoMásExtorsión
En una impactante historia, Aranza Tena, ciudadana mexicana, ha hecho público un grave caso de extorsión por parte de policías en Cuautitlán, Estado de México. La denuncia de Aranza revela una situación alarmante que refleja la desconfianza de la población hacia las autoridades encargadas de velar por su seguridad.
Según su testimonio, Aranza fue detenido por no haber revisado su vehículo. Asumiendo su responsabilidad, acudió a las autoridades, sólo para encontrarse en una situación aún más complicada. "Me llevaron a tránsito y me pidieron una multa de 4.000 pesos para dejarme ir", dijo. La angustia de ser madre la llevó a pedir prestado el dinero a su hermana, quien rápidamente lo aceptó. Sin embargo, cuando Aranza solicitó un recibo de pago, las respuestas fueron desalentadoras. "Me dijeron que no, que tenía que pagar mi infracción en el banco", explicó, señalando que los 4.000 pesos no fueron más que un soborno para evitar que le confiscaran el auto.
Durante el proceso, Aranza describe un clima de acoso por parte de la policía, quienes la ofendieron y la hicieron sentir insegura. "Me sentí muy insegura", confesó, reflejando el miedo que muchas personas experimentan cuando se enfrentan a las fuerzas del orden.
La denuncia de Aranza no sólo pone de relieve su experiencia personal, sino que también pone de relieve un problema sistémico que afecta a muchos ciudadanos. A través de su testimonio exige justicia y la intervención de las autoridades competentes para que se tomen acciones en el asunto. Su llamado a la acción es claro: es hora de implementar medidas efectivas para erradicar la corrupción y proteger a los ciudadanos en sus interacciones con la policía.
#JusticiaParaAranza #NoMásExtorsión
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