CRONISTA
En el tranquilo y bullicioso distrito 10 de Ecatepec, se despliega una campaña polÃtica marcada por el secreto y el rechazo. Fernando Vilchis Contreras, candidato a diputado federal, ha optado por una estrategia clandestina para reunirse con sus simpatizantes en la colonia Jardines de Morelos, un lugar donde alguna vez fue venerado y ahora es repudiado.
El pasado jueves, Vilchis Contreras convocó a militantes y seguidores en domicilios de la sección Playas de esta emblemática colonia. Sin embargo, estos encuentros no fueron anunciados públicamente ni abiertos a la comunidad. Más bien, se llevaron a cabo al interior de viviendas, a puerta cerrada, como si el candidato quisiera ocultar su presencia ante la mirada crÃtica de los vecinos.
La avenida Bosque de Ombues, cerrada durante más de un año para prevenir inundaciones, sigue siendo testigo de calles anegadas y desolación. Los terrenos invadidos por Vilchis y su cÃrculo cercano, como Hugo Cornejo, son un recordatorio de la impunidad y el abuso de poder.
Pero lo más desconcertante es el agua, o la falta de ella. Calles enteras de la sección Playas llevan más de tres años sin acceso al vital lÃquido. La compra de pipas de agua se ha convertido en una rutina desesperada para los habitantes de Playas Regatas, mientras que otras calles cercanas gozan de suministro regular. Una discrepancia que no parece tener explicación lógica, más allá de la polÃtica y la venganza electoral.
Mientras tanto, el misterio de Fernando Vilchis Contreras y su campaña clandestina continúa, sumando capÃtulos a una historia de promesas rotas y desilusión en el corazón de Ecatepec. Y en Jardines de Morelos, los vecinos esperan ansiosos, preguntándose qué deparará el futuro y si alguna vez encontrarán respuestas a sus preocupaciones y demandas.
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