Cuautitlán, Méx. “Esta peregrinación crece y crece más, contagia a todos”, dice el padre Bernardo Reséndiz Vizcaya, director espiritual de las mujeres peregrinas de Querétaro.
Unas 200 mujeres salieron el pasado 29 de junio de Neblinas, en la Sierra Gorda de Querétaro, y a la ciudad de México llegaron 18 mil. Las que iniciaron en el punto más lejano caminaron con sol y lluvia 460 kilómetros por ver a la Virgen de Guadalupe.
Geovana Isabel Carrillo Castillo, de 35 años de edad, originaria “del mero Querétaro”, hace seis años peregrinó por primera vez y pidió a la Virgen de Guadalupe poder embarazarse. Ahora su hijo tiene cinco años y ella seis de peregrinar.
“Nos mojamos, nos enlodamos, uno pasa de todo pero va agradeciendo, es inexplicable. Esos cinco segundos que uno pasa ante la Virgen no se olvidan nunca”, relata.
Y los milagros se multiplican. Hace dos años María Guadalupe Corona Martínez, entonces de 18 años de edad, peregrinó por su fe y para continuar sus estudios, que interrumpió por problemas económicos.
La historia de María Guadalupe fue relatada entonces por EL UNIVERSAL y ahora la joven pasó a quinto semestre de la licenciatura en Contaduría Pública, en la Universidad Autónoma de Querétaro, debido a que recibió apoyo de la institución.
María del Carmen Sánchez Sánchez, de 75 años de edad, de Santa María de Guadalupe Ahuacatlán, peregrina desde hace 22 años para pagar una vieja manda.
Asegura que cuando su hijo tenía nueve años enfermó y médicos pretendían amputarle la pierna. Ella pidió a la Virgen y su hijo sanó, el cual ahora tiene 48 años de edad.
“Pedí que al niño no le amputaran su pierna, que Ella sabría cómo daba el calor, porque ya no tenía calor, los médicos ya le iban a amputar, entonces le rogué a ella y nuestro Padre Dios y me hizo el milagro. Ella nos cuida a todos, es la medianera entre Dios y nosotros, porque por María nos acercamos a Dios”, afirma.
Gilda García Alcocer, encargada de la peregrinación, dice que participaron más de 18 mil mujeres, desde bebés hasta personas de 85 años de edad. Añade que el obispo de Querétaro les pidió incrementar el número de peregrinas para el próximo año.
“Pensé ¿Dios mío, dónde vamos a caber tanta peregrina? Pero estamos muy felices”, expresa.
Unas 200 mujeres salieron el pasado 29 de junio de Neblinas, en la Sierra Gorda de Querétaro, y a la ciudad de México llegaron 18 mil. Las que iniciaron en el punto más lejano caminaron con sol y lluvia 460 kilómetros por ver a la Virgen de Guadalupe.
Geovana Isabel Carrillo Castillo, de 35 años de edad, originaria “del mero Querétaro”, hace seis años peregrinó por primera vez y pidió a la Virgen de Guadalupe poder embarazarse. Ahora su hijo tiene cinco años y ella seis de peregrinar.
“Nos mojamos, nos enlodamos, uno pasa de todo pero va agradeciendo, es inexplicable. Esos cinco segundos que uno pasa ante la Virgen no se olvidan nunca”, relata.
Y los milagros se multiplican. Hace dos años María Guadalupe Corona Martínez, entonces de 18 años de edad, peregrinó por su fe y para continuar sus estudios, que interrumpió por problemas económicos.
La historia de María Guadalupe fue relatada entonces por EL UNIVERSAL y ahora la joven pasó a quinto semestre de la licenciatura en Contaduría Pública, en la Universidad Autónoma de Querétaro, debido a que recibió apoyo de la institución.
María del Carmen Sánchez Sánchez, de 75 años de edad, de Santa María de Guadalupe Ahuacatlán, peregrina desde hace 22 años para pagar una vieja manda.
Asegura que cuando su hijo tenía nueve años enfermó y médicos pretendían amputarle la pierna. Ella pidió a la Virgen y su hijo sanó, el cual ahora tiene 48 años de edad.
“Pedí que al niño no le amputaran su pierna, que Ella sabría cómo daba el calor, porque ya no tenía calor, los médicos ya le iban a amputar, entonces le rogué a ella y nuestro Padre Dios y me hizo el milagro. Ella nos cuida a todos, es la medianera entre Dios y nosotros, porque por María nos acercamos a Dios”, afirma.
Gilda García Alcocer, encargada de la peregrinación, dice que participaron más de 18 mil mujeres, desde bebés hasta personas de 85 años de edad. Añade que el obispo de Querétaro les pidió incrementar el número de peregrinas para el próximo año.
“Pensé ¿Dios mío, dónde vamos a caber tanta peregrina? Pero estamos muy felices”, expresa.
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